Washington, 22 nov (PL) Altos oficiales de ejército de Estados Unidos fueron los encargados de lanzar al mar el cadáver de Osama bin Laden luego que soldados de ese país lo mataron en Pakistán, según correos electrónicos divulgados aquí.
Los mensajes, remitidos entre funcionarios de las fuerzas armadas, revelaron que ningún marine presenció la ceremonia realizada desde el portaaviones USS Carl Vinson.
"Se siguieron los procedimientos tradicionales del funeral islámico. El cadáver fue lavado, luego colocado en una sábana blanca y en una bolsa con peso", indica uno de los textos.
De acuerdo con los emails, un oficial de alto rango leyó declaraciones religiosas preparadas y traducidas al árabe antes de colocar el cuerpo en una tabla plana y finalmente arrojarlo al mar.
Entre los receptores de los correos figuran el almirante Mike Mullen, entonces presidente del Estado Mayor Conjunto, y el general James Mattis, principal oficial del Comando Central de Estados Unidos.
Estos son los primeros detalles que salen a la luz sobre el sepelio de Bin Laden, muerto a tiros el 1 de mayo de 2011 en su residencia de Abbottabad por un comando Navy SEAL, una unidad élite de la marina de guerra estadounidense.
El Departamento de Defensa amenaza con demandar a uno de los militares que participaron en la operación porque escribió en un libro cómo las tropas capturaron y ultimaron al dirigente islamista.
Según el autor de No Easy Day (Un día difícil), Bin Laden recibió un balazo en la cabeza cuando quiso ver lo que pasaba en el pasillo contiguo a la puerta de su habitación en Pakistán, mientras los soldados estadounidenses se aproximaban a su dormitorio. Mark Owen -seudónimo bajo el cual fue escrito el material- detalla que cuando ingresaron en el alojamiento el líder de la red Al Qaeda agonizaba en convulsiones a los pies de su cama y los soldados, incluido él mismo, lo remataron en el suelo.
Su versión difiere de la ofrecida por el Pentágono, que estudia todas las variantes posibles para emprender una acción legal al considerar que el exNavy SEAL violó un acuerdo de confidencialidad firmado antes de retirarse de la vida militar.
Ese despacho incluso amenaza con reclamar las regalías obtenidas de las ventas del libro.
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